
A cañonazos, o a hostias. Da igual. El caso era matarla. Ya, ya se todo ese rollo de respetar cualquier forma de vida y todo eso y estoy de acuerdo, pero no hubiera tenido ningún reparo en aniquilarla y a ser posible
puteandole antes tanto como ella me ha incordiado a mí hasta
reventarme la siesta. No
tendrá sitio la mierda mosca, en un piso de 70 metros, que tiene que venir a revolotear justo alrededor de mi
oreja... -no consigo entender como siendo tan pequeñas consiguen zumbar
tan fuerte-. Por muy poca cosa que yo sea, la punta de mi nariz no puede suponer ni de lejos mas de un 15% del volumen total de mi cuerpo, osea que sitio -desde los pies hasta el pecho- para aterrizar, a la puta mosca le sobra, pero no, tiene que posarse
desafiante en la comisura de los labios y pasearse después
chulescamente por la punta de la nariz. He tratado de mantener la calma,de ignorarla, de ser yo más
perseverante en mi sueño que ella en sus
saltitos viscosos, pero nada, no ha habido manera, finalmente me he tenido que levantar y
liarme a manotazos
histéricos por toda la habitación -parecía un Don Quijote espídico-. Allí seguirá riendose de mi la muy hija de puta, dando vueltas. Y como no me queda más consuelo que el pataleo, para que se
joda, en vez de una canción como hiciera Alberto Cortez, yo le dedico esta entrada llena de insultos y malos deseos para ella: ¡ asi te caze al vuelo un sapo, cabrona !.
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2 comentarios:
Por aqui sigue la muy cabrona, dando la bara. Como mucho llegan a vivir 15 días, ¿no?. Buuufff...
Como aprenda a leer estás muerto
:D :D :D
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