- Imposible, no puedo...
- Ensimísmate. Todo existe únicamente dentro. El exterior es una ilusión distorsionada.
- ¿Distorsionada...?
- Tus sentidos distorsionan. No te fies. Son sólo proyecciones. Tienes todos los sentidos enfocados hacia fuera, vuelvelos. Interioriza. Siente el tacto de tu corazón, el roce ocasional del hígado con el estomago.
- Eso es del todo imposible.
- No. No lo es. Quedate dentro, no salgas.
- Así no conoceré nunca la verdad.
- Te quito ese problema: la verdad no existe y de existir estaría ahí, como las llaves matarile rile rile: en el fondo del mar. Dentro. Dentro. Nunca fuera. El conocimiento nunca está fuera. Quedate quieto y respira. Observa.
- Se te esta yendo la olla un pelín ¿no?
- Vuelves a descentrarte, quedate dentro. Si quieres saber lo que realmente hay ahí afuera antes has de conocer el interior. Permanece ahí. No salgas. Continúa.
- Aqui no hay nada, es un vacío insondable...
- No. No lo es. Al revés, el Universo entero está ahí. Baja. Baja sin miedo. La recompensa merece la pena, hazme caso.
- No te creo y además ¿sabes qué?: me estas empezando a aburrir, me voy a despertar...
- Espera, no te despiertes aún... sigue en la espiral, respira y estate atento... Lo mejor está por llegar...
- No. Me voy a despertar, no me gusta nada esto. Una, dos... y tres: ¡ya está! Uf.
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3 comentarios:
Ojalá las cosas que nos atraen hacia dentro, tuvieran una solución tan fácil , como despertarte de una hipnosis.
quizá si sea así pero nos falte el que nos diga ese uno dos y tres despierta y salir.
ojalá alguien que merezca a pena nos despierte siempre de un sueño o pesadilla
buen texto KOKY
Parece ser que la fuerza centrifuga ha desaparecido...
dentro
está dentro
mejor despierto
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