Por enésima vez se mira la muñeca.
Son las cuatro en punto.
Sentado y sin dejar de mirar compulsivamente el reloj, se fuma tres cigarrillos seguidos sin siquiera ser consciente de encenderlos.
Anda qué no ha trabajado con su sicóloga para intentar abortar esos ataques de ira repentinos... Examinaban juntos los síntomas previos. Violeta insiste en que si los reconoce a tiempo, podrá atajar esa explosión de rabia que lo sacuden imprevisiblemente y lo anulan como persona.
La ha cagado. Creía que ya los tenía controlados... Hasta ayer por la mañana, que sin ton ni son (es incapaz de recordar que fue exactamente lo que ella le dijo) reventó y empezó a lanzar lindezas por esa puñetera boquita. En un abrir y cerrar de ojos, ella rompe a llorar, él continua bombardeando a discreción, y ella se va dando un portazo.
La ha llamado cuarenta mil veces al móvil y no contesta. Ana no sabe nada de ella desde que se despidieron y se subieron a la habitación (o al menos eso le dice a él con un tono claro de reproche). A sus padres por supuesto que no los va a llamar, si esta con ellos les habrá contado la movida y se habrán puesto, lógicamente, de su parte y si no esta con ellos, para qué darles pistas. Son las cuatro y cuarto.
- ¡Joder con la gilipollas esta, me va a volver loco!.
Hace un esfuerzo supremo y trata de calmarse y "observarse desde fuera" como le recomienda Violeta: se ve a si mismo apretando los dientes, abriendo exageradamente las aletas de la nariz en cada inspiración, nota una creciente sensación de calor en el pecho y como se le dispara el pulso...
Intenta ralentizar la respiración. Enciende otro cigarro. Mira alrededor. Taconea nerviosamente. Repasa los hechos: joder, no es capaz de acordarse que coño le dijo para ponerse así.
Las cuatro y media.
Se mordisquea el labio. Se levanta resoplando y sin dejar de mirar a uno y otro lado se dirige al mostrador de Iberojet. Saca los bonos de viaje y se los entrega a la señorita. Una frase en courrier negrita le ralla las retinas: "Honey Moon pls. King Bed".
3 comentarios:
Las explosiones tienen consecuencias imprevisibles...
Antes de nada ¡¡no sabes tu bien la alegría que me ha dado verte por el blog!! pero muuuucha, que lo sepas, gracias KOKY....ahora soy yo, la que no llego a ninguna parte ya ves jajaja
A ver, voy con lo tuyo...
Me ha costado pillarte no creas y aun así no lo tengo claro... ¿él se ha cabreado, descontrolándose y después de intentar localizarla a ella sin conseguirlo, permanece sentado fumándose ansioso los cigarrillos en la espera... mientras ella devuelve los billetes para el viaje de novios? ¿es eso?...
O ¿es que ella espera que aparezca en el aeropuerto, mientras él que no lo sabe se consume esperando por ella? buuff no sé.... en todo caso... mala cosa las explosiones temperamentales... mu mala cosa... siempre hay que intentar mantener la calma, sea como sea. si no ya se sabe... camita simple, pequeñita, individual y lo pero... sin compañía:-)
Un beso grande KOKY.. a ver si te digo algo prontito allí.
Un besito para tu pequeñajo que ya estará enoorme;-)
Feliz tarde.
lo pero nooo ¡¡LO PEOR!! jo pi... siempre igual ¡¡oye, no hay manera!! jajaja sorry.
Publicar un comentario