jueves, 16 de diciembre de 2010

SUEÑO CON DOBLE CARGA.

Nos bajamos todos de la furgoneta. Delante quedarón los dos porretas. Para variar, otra vez me sentía fuera de sitio. Los demás parecían conocerse de toda la vida, hablan y bromeaban entre ellos. A mi me ignoraban. Mi máxima aspiración era desvanecerme, desaparecer y así no obligar a nadie a que me hablase por compasión. Pero ya una vez dentro de la cafetería, mientras nos cambiábamos la ropa y me ponía los zapatos, algunas chicas se dirigieron a mí (más por interés en que les devolviese la llave que por una inclinación personal). Fue ahí cuando ella se me acercó y me espeto:
-"Ven anda, te voy a sanar".
El tono era seco y no animaba mucho a aceptar la invitación. Se dió cuenta de mis reticencias y con una sonrisa en la mirada me cogió de la mano y me paso a la pequeña sala (que podría ser o una enfermería o un gabinete de masajes, pero que me resultaba familiar). Sin mediar palabra me subió al banco vertical. Ajusto mi cabeza a la zona alta del respaldo, fijo mis tobillo a la parte inferior. Se retiro dos pasos hacia atrás, me observó desde esa distancia y sin un momento de duda, sentenció:
-"Claro, tienes claramente agarrotada toda la parte izquierda. ¿No ves como te queda un poquito más corta esa pierna?. Es que llevas cinco muertos en el hombro: tres escritores, que son los que te sirven de consejeros, la rubia y dos amigos míos...Yo te los quito, no te preocupes."
Supe que me estaba diciendo la verdad y que podía confiar en ella, (sólo ahora me doy cuenta que me habló de cinco muertos y si sumamos los tres escritores, más la rubia y los dos amigos salen seis y no cinco). No noté la mejoría que cabía esperar. Para acabar de liarme emocionalmente, cuando me dí cuenta mis ojos me la habían jugado.
-" Perdona, ¿no creerás que te estaba mirando las tetas, eh? Es que no se porque se me ha ido la vista ahí. No quería molestarte" dije intentando justificar esa inoportuna ponderación de su pechuga.
- "No hombre, no te preocupes."
Fue en ese momento, o quizás muchísimo antes cuando apareció el grandullón pelirrojo dando su triple mortal. Creí que se iba a partir las piernas al caer, pero en vez de eso se marcó unos pasos de break dance para terminar fundiendose con la pared en un truco de baile que parecía totalmente imposible.
Ella me miraba sin juzgarme. El resto, juraría que cuchicheaban.

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4 comentarios:

Daniel F. dijo...

Lo de mirar las tetas es inevitable ante determinadas mujeres, lo jodido es cuando te pillan... se te queda cara tonto..."mapasao"...
Lo de llevar muertos encima... no lo termino de coger..

Teresa dijo...

Freud te diría que estás frustado porque tu trabajo actual te gusta más bien nada, tu vocación es bailar break dance y que encima te atraen los hombres pelirrojos, pero no te apetece estar en boca de todo el mundo -lo cual revela un estado de inseguridad frente a la crítica- y por eso le miraste la pechuga a la loca ésa -quién seguramente estaba más plana que otro poco- para disimular tu homosexualidad ante los demás, quienes por cierto, menuda panda de cotillas ya se podían meter en sus asuntos.

La pierna corta se debe a los zapatos de tacón. Ya que en el pie derecho calzas un zapato de aguja y en el izquierdo un deportivo, de ahí los dolores musculares. Andar así todo el día tiene que ser casi imposible.

Por otro lado los muertos es lo que menos importa porque están muertos y pesan poco o nada. Ella te limpió el polvo del hombro y se chuleó de que había hecho un trabajo de sanación. Espero que no te cobrara nada encima.

Teresa dijo...

Por cierto,
menudo colocón que nos hemos pillado

María dijo...

Que lo sepas, te estoy mirando con la cara ladeada, colgado en ese banco vertical, que ni sé lo que es y la verdad KOKI jajaja ¡¡vaya pinta que tienes!! :-)

¡¡Conste que no te juzgo, sólo te observo alucinada, nada más!! y por cierto...
¿Se puede saber que hace toda ese gente subida en tu lado izquierdo? ¡¡si que tienes tú los hombros anchos!!

Mira, te voy a decir algo, etsa mujer tuya sanadora, además de una generosa personalidad por lo que hacen tus ojos, me temo que anda un poco mal de la vista o como yo, anda un pelín despistada... porque se te olvidó decirte lo que yo estoy viendo en el lado derecho, verás veo un pequeñajo risueño, una chica encantadora, una tonelada de baldosas por colocar, a Rafaela Carrá cantándote a todo trapo, catorce o quince más que te están espaschurrando ahora mismo con sus abrazos y... una niña, una tal María sonriéndote a todo sonreir... sí esa, morenita, a la que le caía genial un niño con mofletes, pero que como era un pelín tímida nunca se lo dijo...

Y sabes ¿qué? yo creo que pesa bastante más toda la gente que llevas en el lado derecho que la del izquierdo, así que si tu amiga la sanadora, te quita toda la gente que llevas en le lado izquierdo...

¡¡Preparado que en nada, vas a salir propulsado hacia el infinito!! ¿tienes traje antigravedad a mano? :-)


Un besito, KOKI y ¡¡buen finde en medio del espacio sideral!! :-)