PENSANDO EN ALTO.

Estoy a mitad de la película y todavía no se como se titula. Pasé sin darme cuenta del blanco y negro al color. En la semi oscuridad, cierro los ojos, imagino una gran bola azul girando hacía atrás a toda prisa, después los vuelvo a abrir, parpadeo: todo es diferente, nada ha cambiado. Pienso en alto y ni siquiera yo mismo me oigo. Cómo pedir que me escuchen, y menos aún que me entiendan, los demás. A ratos echo de menos a personas que fueron importantes en mi vida, pero en seguida se me pasa. Recuerdo fugazmente algún episodio que me gustaría repetir bajo la batuta de otro director, y ya puestos, con otro reparto más prestigioso y un productor más rumboso, menos tacaño. ¿Diversión proviene de diversidad?. Me esfuerzo en comprender el mundo circundante cuando no soy capaz de entender el sencillo mecanismo de rosca de mi interior.

Y en cualquier momento caerá el telón. Y en esas estamos tal día como hoy. Y así es, y así se lo hemos contado.

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