SIETE SIGLOS DE SIEMPRE Y PARA SIEMPRE (02.abr.87)
De entre la amarilla y árida tierra
enhiesto y noble se alza
insigne reloj castellano
que controla la labranza.
Bajo su vetusto arco
la historia juguetea y pasa.
Pasa la de ayer,
-de la cual es fruto-;
pasa la de hoy,
-de la cual es presa-;
pasa, pasa... todo pasa.
Miles de amoríos mueren
y no menos fracasan,
mas sigue en su sitio orgulloso
sintiendo con añoranza
y guardando cual buen tesoro
caridad, fe y esperanza.
Es hermoso, pues belleza no le falta;
no es solo piedra, que tiene sentimiento y alma;
digno y sereno como el Cid (Caballero de Espada).
Se le toma por leyenda...
la vista sola no alcanza
a entender todo el misterio
del "Monasterio las Huelgas".
Paz rezuman sus muros
oraciones murmuran sus santas,
y en medio de todo ello
el espíritu se siente en calma.
El tiempo pasa quedo,
es decir, casi se estanca;
la prisa no tiene sitio
a la ciudad hará mudanza.
La paz lo cubre todo,
allí es ella la que manda;
ella, Dios, la piedra
y las oraciones de las santas.
Es hermoso, pues belleza no le falta;
no es solo piedra, que tiene sentimiento y alma;
digno y sereno como el Cid (Caballero de Espada).
Llegará a ser leyenda...
flotando en las frías auras,
el soberbio y siempre austero
Monasterio de las Huelgas.
PD: La presenté a un concurso del Liceo. No estaba (ni estoy) muy seguro de si son siete u ocho los siglos que han pasado (veo en Google que se construyó en 1.189) pero me lío al restar.
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