domingo, 20 de noviembre de 2011

LA SUERTE DE DORMIR ACOMPAÑADO.

Hoy he estado con Alejandro, que igual que sus hermanos, no consigue dormir más de tres horas seguidas. Se echa a dormir a eso de la una y media y generalmente a las cinco, aburrido de dar vueltas en la cama se acaba levantando. Y pensando en la suerte que tengo de poder dormir ocho horas del tirón se me ha ido la cabeza a la suerte que tengo también de dormir acompañado.
Dormir junto a alguien es uno de las formas más fuertes que existen de crear lazos entre personas. No hablo de sexo. Hablo de dormir juntos, a ser posible abrazados, pero sin mantener relaciones sexuales. No he tenido la ocasión de dormir con muchas personas a lo largo de mi vida. Que yo recuerde: con mi padre y sus cuentos de los siete cabritillos, con mi sobrinilla Elisa y sus caricias en la cara, con alguno de mis hermanos cuando no había sitio en algún viaje pero lo saco en conclusión más que recordarlo, con mi amigo Pablo en las fiestas de un pueblo cercano a Ibeas, (las acampadas no cuentan porque aunque duermes con gente en la misma tienda cada uno tiene su propio espacio), seguro que también he dormido con alguna novieta pasajera pero para mi desgracia no lo recuerdo, he dormido las mejores siestas de mi vida con Bruno y duermo desde hace diez años con mi mujer.
Somos seres sumamente sociales. Afianzamos nuestras relaciones conversando, yendo al cine, comiendo juntos, practicando deportes de equipo, rezando en comunidad... Pero no es comparable. Dormir con alguien te une a él/ella de una manera especial. Por supuesto es gratificante a nivel físico el sentir la proximidad de un cuerpo y su tibieza, pero me refiero más a ese intercambio de confianza que se produce cuando dos personas duermen juntas.
Hay un libro precioso (El Mundo Amarilllo de Albert Espinosa) que habla un poquito sobre ello.
Después me he puesto a pensar en personas con las que me apetecería dormir (insisto a riesgo de ser pesado: sólo dormir, nada de sexo ¿eh?), y es curioso porque de todas las personas que se me ocurren (salvo mi hijo) ninguna es hombre, (debe ser un tema cultural, digo yo) y eso me descuadra un poco la teoría...

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2 comentarios:

Teresa dijo...

la suerte de dormir con quien te quiere

la suerte de dormir con quien no te quiere joder

la suerte de dormir con quien sí te quiere joder y estás de acuerdo

la suerte de dormir contigo mismo

la suerte de dormir y la de despertar

Daniel F. dijo...

Mi mujer me va a mandar a otra habitacion, ella dice que ronco... pero son infundios...