lunes, 22 de febrero de 2010

LLUEVE

Cae lenta y monótonamente. Sin tregua. Con ritmo lento y acompasado y la tenacidad de quién tiene el convencimiento de estar haciendo lo que debe. Sabe que ya hace días que el sol ha huido acobardado en retirada y que ella puede reinar a sus anchas. Sin prisa pero sin pausa, el calabobos va empapando, filtrando de fuera a dentro una imponderable sensación de tristeza que oprime el pecho como una camisa mojada. El frío, denso y pesado, aspero al tacto, aletarga el pensamiento que se ralentiza hasta casi extinguirse. La humedad envuelve el alma. El corazón se enmohece y de la válvula mitral (la inflamada), comienza a a brotar un musgo húmedo que aunque no es suficiente para obstruirla, si reduce considerablemente su caudal. La humedad torna en mate el brillo de los ojos, disolviendo la mirada. Todo se desdibuja en un gris impreciso. Al fondo se vislumbra una cama tibia, todavía sin hacer... Es el único refugio posible, no hay más alternativa hasta que escampe.

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4 comentarios:

Judit Esteban dijo...

¿De dónde coño has sacado la inspiración para escribir esto?. Joder, yo también pienso que la lluvia de fuera cala por dentro, pero en ningún momento se me habría ocurrido hablar de un corazón enmohecido. Es GENIAL¡¡

Atapuerques dijo...

Si es que desde que se "inventó" lo del cambio climático llevamos un invierno como cuando vivía el Franco, lluvia,nieblas, nieve, hielo, y hasta pericarditis.Habrá que aprender a nadar.

Teresa dijo...

¡Qué perlita! Koky
De éstas muchas más, toditas engarzadas para hacerme un collar.

Arráncate y extiéndete todo.

Pandora dijo...

muy bonita si señor
esto es bueno y lo que escribo yo tonterias ^^
asi me gusta que mi tio se luzca
paar yo poder fardar ^^ :D
ejjej