
Sientes la pesadez de tus pasos. Todo se ralentiza. La duda envilece el triunfo. Tratas de soñarlo, pero ni siquiera llegas a imaginarlo. Estas de vuelta cuando aún no has ido. Es sólo una intuición fallida. Quieres retroceder. Buscas, escarbas, buscas, escarbas, ... Te rindes y decides no apostar nunca más. No es inamovible. De martes a miercoles solo hay un minuto: de 23,59 a 24,00. Mañana puede cambiar tu percepción. Puede cambiar el mundo. Pueden retirarse las sombras. Puede
desdibujarse el futuro. Puede gobernar el
insomnio.
O puede que no despiertes...
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