lunes, 19 de enero de 2009

EL PATO CON SOMBRERO

Hubo un tiempo en que los patos usaban sombreros de copa. Eran otros tiempos.... Todos los animales eran más coquetos y presumidos de lo que son hoy en día. Había auténticos dandis, sobre todo las jirafas, tan esbeltas y elegantes.
En esa época mamá pata tenía un gran disgusto porque su marido andaba por ahí de cualquier manera, echo un adán, sin sombrero, enseñando su calva a todo bicho viviente. Así que un día no aguantó más y se fue a Galerías Preciados (en aquel entonces aún no habían cerrado por quiebra, eso sucedería muchos años después) y le compro un hermoso sombrero amarillo huevo.
Papa pato muy contento salio a pasear con su nuevo sombrero y pronto se hizo muy popular en todo el pueblo. Su fama de galán y apuesto conquistador se extendió primero a los pueblos vecinos y después de país en país, hasta que un día llego de Hollywood un productor a ofrecerle un papelito para su próxima película. Así de la noche a la mañana se convirtió en un actor de prestigio. Su foto con el inseparable sombrero amarillo estaba en todas partes: marquesinas de autobuses, vallas publicitarias, portadas de Vanity Fair, incluso en anuncios de coches. Pero como nada es para siempre (ya lo dicen los Héroes del Silencio), la buena racha se le acabó:un golpe de viento le hizo perder el sombrero y cuando todo el mundo le vio el cartonaje, en vez de perder su atractivo, aumento su éxito con las féminas. Fuese donde fuese, tenia admiradoras persiguiéndolo, incluso alguna vez le perseguía también algún que otro admirador. Así que se vio obligado a coger a toda su familia y viajar a una isla del mar Egeo donde nadie le conocía. Por supuesto allí renuncio a usar sombreo y se limito a montar una red de franquicias de aparatos eléctricos y globos teledirigibles. Y vivieron felices el resto de sus días. Por eso aún hoy en día, si vas a cualquier isla del Egeo jamás, digo ¡jamás!, verás a ningún pato llevando sombrero.

1 comentario:

Teresa dijo...

Tengo la mente abierta, y se me ve el cartonaje... de todas formas a mi me pirrían los Héroes del Silencio y el amarillo huevo...

VIVA EL SURREALISMO